Cuando la sombra de la cruz de Jesús atraviesa nuestras vidas en la forma de rechazo, abandono, traición, desempleo, soledad, depresión, la pérdida de un ser querido; cuando estamos sordos a todo los demás excepto al grito desgarrador de nuestro propio dolor; cuando el mundo que nos rodea de repente parece un lugar hostil y amenazante, en esos momentos podemos clamar en angustia: ¿Cómo un Dios amoroso puede permitir que me suceda esto?
Entonces se siembran las semillas de desconfianza. Se requiere un coraje heroico para confiar en el amor de Dios sin importar lo que nos sucede. Se requiere una Confianza despiadada.
Abriendo su corazón con sus “andrajosos”, Manning liga el término despiadado a la palabra confianza, una combinación que a primera vista nos asusta, porque despiadada se refiere a una acción “sin piedad”, sin compasión. Al llamarnos a una confianza tal, se está enfrentando a toda esa “autocompasión” que invade la cultura moderna.
Fiel a su estilo franco y vulnerable, con un toque de ironía, el autor presenta temas como: aprender a confiar a ciegas, el valor de la gratitud en la confianza y la humildad y el arrojo necesario para confiar.
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